martes, 27 de enero de 2015



Febrero: mes de los chequeos médicos escolares y aptos físicos
Las instituciones educativas requieren la presentación de evaluaciones físicas de sus estudiantes, desde audiometrías y consultas oftalmológicas en niños, hasta exámenes antropométricos y cardiológicos de adolescentes

Cercanos al comienzo de clases, madres y padres se dan a la tarea de comprar los útiles y libros escolares, y de cumplir con uno de los requisitos fundamentales de las instituciones educativas: el Certificado Médico Escolar. Este consiste en una consulta oftalmológica para determinar la agudeza visual y una audiometría. Asimismo se solicita un Apto Físico Escolar, un certificado pedido por escuelas argentinas al niño o adolescente en forma anual, que indica su estado de salud y  determinará si puede o no participar en la clase de educación física. El mismo se rige con los mismos principios que el apto que puede solicitar una institución deportiva o gimnasio. Se debe recordar que el médico cardiólogo de por sí solo no emite el apto físico definitivo, sino que comprende un eslabón del enfoque multidisciplinario del paciente. Dado que, si bien una persona desde el punto de vista cardiovascular puede estar apta para realizar un ejercicio, puede ser también portadora de otras patologías no cardíacas (ej. asma bronquial, epilepsia, diabetes) que desaconsejan o pueden limitar los ejercicios físicos”, explica el Dr. Carlos Reguera, Coordinador del Servicio de Cardiología de INEBA. Además de cumplir con las instituciones educativas, estos certificados le permiten a los padres conocer el estado de salud de sus hijos, detectar posibles enfermedades y fomentar la cultura de la prevención.

¿Para qué sirve y en qué consiste la realización de un Certificado de Aptitud Física?
La confección del Certificado es uno de los pasos que se debe cumplir para la práctica segura de cualquier tipo de ejercicio físico y/o deporte. La Ley N° 139/98 obliga a los gimnasios a solicitar un certificado de aptitud física a las personas que realicen actividad física en sus instalaciones, escuelas y colegios se han hecho eco de su importancia y lo solicitan al comenzar las clases. El objetivo es detectar patologías a través del interrogatorio, examen físico y estudios complementarios. ¿Cuántas veces practicamos ejercicio físico sin saber si estamos en condiciones de hacerlo? Esto supone un riesgo, para disminuirlo, es necesario el Certificado de Aptitud Física. Además de seguir las pautas que recomiende el médico.
El certificado atestigua la aptitud física del individuo considerando su edad, sexo y actividad a desarrollar. Comprende tres áreas: 1) Clínico/pediátrica; 2) Traumatológica; y 3) Cardiovascular. Esta última intenta identificar patologías cardiovasculares preexistentes y relevantes para reducir el riesgo asociado a la práctica del deporte.
Como recomendación, sugerimos que aquellos que practiquen deportes o lleven a cabo algún tipo de actividad física realicen previamente una evaluación de aptitud física”, explica el Dr. Hernán Provera Coordinador del Área de Prevención Cardiovascular de INEBA. La evaluación mínima de primer nivel para el apto físico cardiovascular en deportes competitivos debe comprender: Interrogatorio, Examen físico y ECG de reposo. La Ergometría de 12 derivaciones y ecodoppler cardiaco quedan a criterio del médico.

INEBA ofrece la posibilidad de realizar una evaluación médica para la obtención de un certificado de aptitud para el inicio de una actividad física (para adolescentes y adultos a partir de los 14 años) o bien un certificado médico escolar (para niños desde los 7 años). Ambos certificados se realizan de manera coordinada para dar atención personalizada a los pacientes mediante un sistema de turnos que asegura una prestación de alta calidad en corto tiempo, sin largas esperas ni múltiples consultas,  otorgando  el resultado en el momento.







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