lunes, 5 de mayo de 2014



II JORNADA DE MEDICINA PREVENTIVA PARA EMPRESAS

CUIDANDO LA SALUD DE NUESTRO CAPITAL HUMANO

Médicos y directivos de recursos humanos de prestigiosas empresas se dieron cita en INEBA con el objetivo de debatir su importancia y su valor dentro de las organizaciones


El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) creó en 1990 el Índice de Desarrollo Humano que valora tres parámetros: longevidad y salud, educación y nivel de vida digno. En base al mismo, recientes estudios han demostrado que el bienestar de la población de un país no es correlativa a la riqueza del mismo. Lo mismo sucede al interior de las empresas. 
El Dr. Gustavo Petracca (Director Médico de INEBA) explicó en las II Jornadas de Medicina Preventiva para empresas que el grado de facturación no manifiesta las fortalezas internas de una organización sino que  su potencialidad está vinculada a que el bienestar de su capital humano vaya a la par de su capital físico, a su productividad. Son socialmente responsables de su capital humano, de brindarles bienestar y cuidar la salud de los empleados, “El estudio sobre salud y bienestar en el ámbito de laboral presentado por la Comunidad Económica Europea plantea que por cada euro invertido en salud hay un retorno de 3 euros si se considera el rendimiento laboral, y 10 euros si se considera como parámetro el ausentismo. A esto se suma la visibilidad y valoración  positiva que adquiere la empresa que invierte en salud”, amplia el Dr. Petracca.

La Lic. Laura Roldán fue invitada a disertar en el encuentro para dar cuenta de un estudio realizado por Mercer (compañía en la que se desempeña como Directora de Salud y Beneficios). “Los beneficios de invertir en salud tienen que ver con tener empleados sanos, crea una fidelización muy alta, el agradecimiento hacia la empresa que se ocupa de su salud y la de su familia es enorme”, advierte. Por otro lado, el ausentismo tiene un alto costo en la producción, una ausencia significa una caída en la facturación diaria y produce costos. El salario de la persona que no va  a trabajar es el primer costo, a este se suma cómo se lo va a reemplazar (con horas extras o contratando a otra persona o que directamente la tarea quede sin hacer). Hay otro costo indirecto: el clima, la capacitación de otro empleado, las horas de recruiting si hay que tomar un nuevo empleado, etc. la Lic. Roldán concluye: “Esta Jornada crea agenda en los RRHH para pensar y hablar estos temas, es fundamental porque los empleados son personas que debemos cuidar”.
El Dr. Hernán Delmonte (Médico Cardiólogo), uno de los oyentes de la Jornada. Remarcó al respecto: “Es importante que desde Recursos Humanos se aborden temas relacionados con la salud y la medicina preventiva, que promuevan la realización de chequeos médicos periódicos que son ventajosos para saber cuál es la salud de los empleados, qué necesidades tienen, cuáles son los aspectos de promoción y prevención de la salud se debe trabajar”,

Las Neurociencias se han presentado en las empresas a través de, por ejemplo, el neuromarketing, el neuroplanning, etc. Si bien nacieron con el objeto de analizar cómo afectaban las lesiones cerebrales en nuestro pensamiento, en los últimos 20 años se ha estudiado cómo interviene en la normalidad y la vida cotidiana. 
Antes se pensaba que a partir del razonamiento el ser humano dominaba la esfera de lo emocional. “Hoy se sabe que hay un juego entre lo emocional y lo racional que determina la toma de las decisiones”, explica el Dr. Ricardo Allegri (Jefe de Neurología Cognitiva de FLENI y Consultor de INEBA). “Tal es así que Daniel Kahneman (psicólogo) se convirtió en 2002 en el primer no economista distinguido con el premio Nobel de Economía, al analizar  cómo actuábamos y describió una teoría económica en base a la toma de decisiones demostrando que juicios están cognitiva, emocional y socialmente condicionados”.

Alejandro Mascó (Human Resources Consultant) reveló la interacción positiva entre generaciones que conviven en las organizaciones: los “Baby boomers” (personas nacidas antes de 1965), la Generación X (nacidos entre 1965 y 1980/1982) y la Generación Y (nacidos ente 1982 y 1995/1998); y su vínculo con la salud. La Generación Y ha insertado en el mercado laboral desde hace unos años y ya comienzan a haber jefes y gerentes que han cambiado el concepto de la vida laboral: el disfrute en el trabajo, la utilización de la tecnología, la valoración de la vida saludable, etc. En cuanto a los servicios de salud ponderan la cercanía de los mismos. En cambio los Baby Boomers valoran mucho el renombre de una institución, el beneficio de continuar con un plan médico preferencial luego de su jubilación.  Por su parte la Generación X valora aquello relacionado con el plan familiar porque es el grupo que se encuentra desarrollando su familia. Mascó afirmó: “Las empresas deben entender que es importante la inversión en salud, un tema cada vez más valorado por la gente joven”.

Al promediar la jornada los ingenieros Julio Sola (Subgerente de Prevención de Riesgos de La Caja ART) y Francisco Ventosa (Responsable de Proyectos I&D de La Caja) explicaron cómo la ergonomía interviene en el campo de las empresas para evaluar los puestos de trabajo, a fin de adaptar el puesto de trabajo a la persona, prevenir molestias y/o enfermedades y brindar comodidad para garantizar un mayor bienestar para el empleado. ”Hemos obtenido dos premios Bialet Masset por trabajos sobre experiencias preventivas innovadoras en materia de salud y seguridad en el trabajo. Las sugerencias que brindamos estaban ligadas a evitar enfermedades profesionales. Esto disminuye el nivel de ausentismo, permite que las empresas tengan un mejor control sobre los costos y, por las modificaciones que se hicieron, permitió mejorar la productividad considerablemente”, explica el Ing. Sola.

“El objetivo de estas jornadas es ayudar a las empresas para que disminuyan las situaciones de estrés de sus colaboradores porque sus consecuencias son muy malas: mal clima, disminución o falta en el rendimiento, ausentismo o juicios laborales”, dice la Dra. Lía Ricón (Directora de Docencia de INEBA). La persona que padece estrés puede llegar a la última instancia que es el “Burn out” (estar quemado), y no puede trabajar más.  El lugar de la risa y del humor son vitales en el ámbito laboral, un salto por encima de las circunstancias. “En el trabajo debe haber un clima distendido donde haya lugar para el humor y la alegría, tan beneficiosas para la salud”, concluye Ricón.

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