Bigbox, la compañía que revolucionó el mercado de los obsequios al proponer “regalar experiencias únicas e inolvidables” a través de sus exclusivas cajas, organizó un after office especial junto a un selecto grupo representantes de distintas corporaciones.
Fiel a su concepto de originalidad y excelencia, recibieron a sus invitados en el Palacio Duhau -Park Hyatt Buenos Aires-, exponente de la Belle Epoque porteña y el entorno ideal para expresar el alma máter de esta joven empresa, liderada por Agustín Gold, Gastón Parisier y Lucas Werthein.
Al abrirse las puertas del salón los asistentes se encontraron con un espacio intervenido por el reconocido Martín Roig, quien recreando un ambiente sofisticado imprimió su sello característico en el que ningún detalle escapó a su mirada de diseñador meticuloso, retrotrayendo al público a aquellas suntuosas veladas realizadas en la mansión.
En este marco, y con el objeto de homenajear a los invitados con una experiencia sorprendente, Bigbox logró armonizar lo mejor de dos mundos: el del vino y el la magia. De la mano de un magnífico show de ilusionismo y con la distinción de la línea Angélica, la niña mimada de Bodega Catena Zapata, no faltó la buena compañía y el networking corporativo. La degustación vertical de diferentes cosechas de Malbec Reserva y Chardonnay, fue magistralmente guiada por el relato del enólogo Alejandro Vigil y culminó con una gran sorpresa: la cata de un Malbec de 1977, broche de lujo para una experiencia con la rúbrica Bigbox.
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