miércoles, 7 de diciembre de 2011





Regalos navideños con espíritu solidario 

“Delantales de Cocina” para lucirte y colaborar con la Fundación Banco de Alimentos




Hoy en día hacer las compras navideñas con fines solidarios es posible. La Fundación Banco de Alimentos, a través de la reconocida chef Juliana López May, ha desarrollado una acción en conjunto con la firma Yagmour que combina moda y solidaridad, una forma de aportar un granito de arena en éstas fiestas. “Acompaño al Banco de Alimentos porque creo que desde la solidaridad podemos hacer un mundo mejor. Cada uno puede colaborar desde su lugar, como chef me preocupo por temas relativos a la alimentación, y qué mejor que apoyar el trabajo que lleva adelante el Banco de Alimentos, que se dedica a alimentar a miles de personas cada día”, declara López May.
Yagmour ha destinado un sector especialmente creado dentro de sus locales para exhibir los “Delantales de Cocina”, diseñados para lucirse en la cocina y formar parte de una campaña que invita a apoyar la misión del Banco de Alimentos. Marisa Giráldez, Directora General de la Fundación, explica que: “Gracias al apoyo de Yagmour, de la Chef Juliana Lopez May y de todas las personas que se suman a colaborar comprando los delantales, esta acción permitirá a la Fundación Banco de Alimentos reunir fondos para llevar adelante su misión y poder seguir llegando a la mesa  de miles de personas, dándole un valor social a un alimento que perdió valor comercial”.
Los distintos modelos de “Delantales de Cocina”, que se destacan por sus estampas coloridas y femeninas, resultan ser la prenda ideal para lookearse a la hora de preparar platos exquisitos y ayudar para que otros puedan alimentarse sanamente.


Solidarias: Gabriela Toscano, Carola del Bianco y Juliana López May

Acerca de la Fundación Banco de Alimentos
La Fundación rescata alimentos que por distintos motivos no pueden ser comercializados, pero que son aptos para el consumo. De esta manera, reúne y clasifica en sus depósitos los alimentos donados por productores, industrias y supermercados. Colabora con 500 organizaciones que, si bien cumplen con el requisito de dar de comer en el lugar, no realizan las mismas tareas; algunos son comedores comunitarios, otros son merenderos escolares, hogares de ancianos, apoyos escolares, comedores infantiles, centros de rehabilitación e incluso escuelas. Entre todos dan de comer a más de 80.000 personas de Capital Federal y Gran Buenos Aires.
El Banco de Alimentos también desarrolla actividades y programas para mejorar la calidad de nutrición de las personas que asisten a los comedores: higiene y manipulación de alimentos, orientación nutricional y programa de huertas, entre otros. Estas actividades, son un modo de complementar, enriquecer y agregar valor a la entrega de alimentos. Más información en: www.bancodealimentos.org.ar



Bigbox, vinos, magia y buena compañía en un encuentro con referentes empresarios y amigos

La firma especializada en regalar experiencias homenajeo a sus invitados en el Palacio Duhau donde se vivió una noche especial con la excelencia de una empresa que crece año tras año




Bigbox, la compañía que revolucionó el mercado de los obsequios al proponer “regalar experiencias únicas e inolvidables” a través de sus exclusivas cajas, organizó un after office especial junto a un selecto grupo representantes de distintas corporaciones.


Fiel a su concepto de originalidad y excelencia, recibieron a sus invitados en el Palacio Duhau -Park Hyatt Buenos Aires-, exponente de la Belle Epoque porteña y el entorno ideal para expresar el alma máter de esta joven empresa, liderada por Agustín Gold, Gastón Parisier y Lucas Werthein. 

Al abrirse las puertas del salón los asistentes se encontraron con un espacio intervenido por el reconocido Martín Roig, quien recreando un ambiente sofisticado imprimió su sello característico en el que ningún detalle escapó a su mirada de diseñador meticuloso, retrotrayendo al público a aquellas suntuosas veladas realizadas en la mansión.




En este marco, y con el objeto de homenajear a los invitados con una experiencia sorprendente, Bigbox logró armonizar lo mejor de dos mundos: el del vino y el la magia. De la mano de un magnífico show de ilusionismo y con la distinción de la línea Angélica, la niña mimada de Bodega Catena Zapata, no faltó la buena compañía y el networking corporativo. La degustación vertical de diferentes cosechas de Malbec Reserva y Chardonnay, fue magistralmente guiada por el relato del enólogo Alejandro Vigil y culminó con una gran sorpresa: la cata de un Malbec de 1977, broche de lujo para una experiencia con la rúbrica Bigbox.